El París Saint-Germain acabará primero de su grupo de la liguilla de la Liga de Campeones, propulsado por un Neymar en estado de gracia, autor de un triplete contra el Basaksehir de Estambul (5-1), en un partido jugado en dos días por una interrupción provocada por un inédito insulto racista.
La actuación del brasileño, secundada por Kylian Mbappé que puso fin a una serie de 9 partidos sin marcar, emergió de un duelo que acabó este miércoles, pero que había comenzado el martes y que pasará a los anales como el del insulto racista del cuarto árbitro.